La silla sismonástica

Posiblemente conozcáis la Mimosa pudica, una planta que al tocarla repliega sus hojas. Este movimiento o deformación transitoria vegetal lleva el nombre de nastia. En función del agente externo que produce el estímulo, se distingue entre fotonastia (la producida por la luz y que produce la apertura y cierre de algunas flores), termonastia (producida por la temperatura) y sismonastia, que responde a estímulos táctiles, como es el caso de la Mimosa pudica y de algunas plantas carnívoras.

De la misma manera que se produce la sismonastia en el mundo vegetal, Arthur Bodolec ha diseñado una gama de sillas que se transforman al tocarlas, pasando de un objeto inerte a un asiento plenamente funcional, siendo activo solamente cuando es necesario y en letargo mientras no se usa.

o: Chairless o La silla que crece o Flores de papel higiénico

En biocombustibles, separar el grano de la paja

En origen, los biocombustibles fueron ideados para valorizar energéticamente los restos vegetales de poda y cultivo. Como acostumbra a pasar, la idea quedó pervertida cuando algunos vieron la oportunidad de hacer grandes negocios al utilizar cultivos enteros de maíz o azúcar para la generación de energía. Aún así, cada vez más existen proyectos y empresas que apuestan por la idea inicial de los biocombustibles. Se llaman, paradójicamente, biocombustibles de segunda generación y son aquellos que tienen como materia prima un residuo agrícola.

Es el caso de la empresa danesa Inbicon, que genera etanol a partir de la paja del trigo, de manera que no utiliza la parte comestible de la planta: el grano. Así, el grano se separa de la paja y de la paja se separa la lignina –de la cual también se obtiene energía, con la producción de pellets- de la melaza –para su uso en piensos- y de la celulosa, que a través de un proceso diseñado por la empresa, se convierte en un líquido al que se le añaden una serie de enzimas que catalizan las reacciones que producen etanol.
El etanol se utiliza, de momento, mezclado con la gasolina. Los coches actuales no necesitan ninguna adaptación para admitir un combustible con hasta un 25% de etanol, por lo que es un avance que permite seguir utilizando las tecnologías actuales.

Este año, por fin, una gran empresa Japonesa –Mitsui- ha apostado por el proyecto y ha comprado la licencia para utilizar la tecnología de Inbicon en el sudeste asiático. Mitsui planea aplicar la tecnología en la industria de aceite de palma, donde los residuos procedentes de la producción de aceite de palma pueden ser convertidos en etanol.

Parece que con los últimos desarrollos dentro de la tecnología enzimática logrados por los más importantes proveedores de enzimas, tales como Danisco Genencor y Novozymes, la producción a gran escala de etanol a partir de biomasa y residuos orgánicos puede empezar a ser verdaderamente práctica en todo el mundo.


o: Arroz energético o Tejas camaleónicas o Superratón

Especies cruzadas

Imaginemos que unos científicos extraterrestres vienen a nuestro planeta. Sin las nociones establecidas sobre naturaleza y cultura que nosotros tenemos, podrían crear un nuevo orden de especies totalmente desemejante a nuestro sistema de organización. El catálogo de las diferentes  partes de animales/objetos encontrados podría ser algo similar al trabajo de recopilación del diseñador Bob de Graaf, que ha dividido lo coleccionado en las categorías de Extremidades, Garras, Conchas y Alas.

Vía Nexnature

o: Piperoid o Habitat machines o Plantas nómadas

Lucha de barro verde

La primavera pasada os contábamos la idea del estudio de arquitectura Urbanarbolismo de crear una batalla verde, en la que el barro, las semillas y la diversión fueran una excusa para la vinculación de los habitantes con su entorno urbano y la generación de una zona verde. Finalmente, este mes de agosto, la primera Batalla Verde tuvo lugar en el Castell de Guadalest (Alicante), donde unas 200 personas disfrutaron tirándose bolas de barro (y semillas) que servirán para la restauración del parque del Mora.

La batalla fue todo un éxito; la alcaldesa de la localidad resume en una frase todo lo que el proyecto esconde tras esta corteza lúdica: “si los vecinos se implican en el desarrollo de su propio medio, entonces comprenderán de manera más visual que lo público es de todos".

o: Tomatina verde o The Fun Theory o Árboles, no bombas

Árboles, no bombas

Hace 65 años, el bombardero americano Enola Gay dejó caer la primera bomba atómica sobre Hiroshima. Cerca de 80.000 personas perdieron la vida al instante, aunque fueron muchas más las víctimas por las radiaciones en los años posteriores. No sólo se perdieron vidas humanas, sino que todo tipo de flora y fauna también sucumbió al ataque.

Los árboles que sobrevivieron al bombardeo nuclear reciben el nombre de árboles Hibaku. El artista japonés Hiroshi Sunairi recolectó algunas semillas de estos árboles y las ha ido propagando por todo el mundo, regalándoselas a quien quisiera plantarlas. Con Tree Project, Sunairi no sólo quiere recordar lo que pasó en Hiroshima para que no vuelva a pasar, sino también quiere compartir el placer de cuidar una planta. Y, en efecto, el artista ha encontrado una manera de unir a la gente a través de estos árboles con una historia tan poderosa detrás. Se pueden ver testimonios  de esta transmisión de vínculos personas-plantas-personas en su blog, en su Flickr y a través de las exposiciones que va realizando.

Un ejemplo, Lisa y Yuri, de Nueva York, a las que hace poco les empezaron a germinar las semillas de gingko. Han llamado a la planta Lil’Guy y están impresionadas de lo satisfactorio que es ver crecer algo que tú has plantado. ¿Dejaremos de una vez los jardines y mascotas digitales y volveremos a lo analógico?
o: De la tierra a la mesa o Joyas vegetales o Mis bambas