
Plumero, paño de cocina o trapo de algodón. Da lo mismo. Quitar el polvo es algo desagradable y una de las grandes pesadillas de cualquier soltero. Desespera estar limpiando el polvo y verlo flotar, danzar en el ambiente cuando un rayo de sol entra por la ventana. Pero para el diseñador Yasuhito Hirose el limpiar se va a acabar. Con su lámpara Dust Shade se da por vencido y deja de luchar contra esas dichosas motas para aliarse...