El libro "La Ecología: guía de bolsillo", de Ernest Callenbach es un extraordinario libro en el que se exponen diferentes conceptos ecológicos básicos de una manera muy accesible para todos los públicos y que aúna rigor científico, opinión crítica sobre algunas maneras de ver (y hacer) el mundo y llamadas a la responsabilidad moral de los ciudadanos. Una de las entradas trata la ecología urbana. Además de explicarnos el concepto de huella ecológica y de mostrarnos cómo reducirla, hace una comparación maravillosa entre las ciudades y los organismos vivos, que reproduzco a continuación:
"Contemplada desde un avión que sobrevuela una ciudad, ésta puede fácilmente parecer un oganismo gigante que se extiende kilómetro tras kilómetro. Al igual que un ser vivo, una ciudad rebosa de vida y atrae hacia sí alimentos y agua. Consume enormes cantidades de energía; requiere madera, cemento, vidrio y acero. Genera trenes cargados de basura que deposita en valles cercanos y construye sistemas de alcantarillado que desembocan en aguas cercanas. El cuerpo de una ciudad tiene diferentes órganos (zonas comerciales, residenciales e industriales) conectados entre sí por calles y carreteras donde los vehículos fluyen como glóbulos por la sangre. Los líquidos y los gases circulan a través de miles de intricadas ramificaciones de tuberías y conductos subterráneos. [...] Desde un punto de vista ecológico, es imposible pensar en organismos aislados, lo que también incluye a las ciudades. Éstas existen en simbiosis con otras regiones colindantes: las zonas vecinas o distantes de las que se abastecen y a las que proporcionan pericia técnica, información, productos manufacturados, servicios gubernamentales y otros servicios indispensables. [...] Una ciudad moderna debería autoabastecerse. Como un ecosistema natural, a medida que madura, dedica más energía al mantenimiento y las reparaciones y menos al crecimiento, llegando a un punto de equilibrio óptimo para la ciudad y también para su entorno".
¿Os parece acertada la analogía? ¿Qué opinais?
Ecología. Guía de bolsillo. Ernest Callenbach. Siglo XXi de España Editores SA. 1999.
Fotografía: Transit Tree Image: Brandon Martin-Anderson
o: Polímeros: entre la degración del medio y el progreso sostenible o The Livable Streets Initiative o Catálogo de especies ruderales
"Contemplada desde un avión que sobrevuela una ciudad, ésta puede fácilmente parecer un oganismo gigante que se extiende kilómetro tras kilómetro. Al igual que un ser vivo, una ciudad rebosa de vida y atrae hacia sí alimentos y agua. Consume enormes cantidades de energía; requiere madera, cemento, vidrio y acero. Genera trenes cargados de basura que deposita en valles cercanos y construye sistemas de alcantarillado que desembocan en aguas cercanas. El cuerpo de una ciudad tiene diferentes órganos (zonas comerciales, residenciales e industriales) conectados entre sí por calles y carreteras donde los vehículos fluyen como glóbulos por la sangre. Los líquidos y los gases circulan a través de miles de intricadas ramificaciones de tuberías y conductos subterráneos. [...] Desde un punto de vista ecológico, es imposible pensar en organismos aislados, lo que también incluye a las ciudades. Éstas existen en simbiosis con otras regiones colindantes: las zonas vecinas o distantes de las que se abastecen y a las que proporcionan pericia técnica, información, productos manufacturados, servicios gubernamentales y otros servicios indispensables. [...] Una ciudad moderna debería autoabastecerse. Como un ecosistema natural, a medida que madura, dedica más energía al mantenimiento y las reparaciones y menos al crecimiento, llegando a un punto de equilibrio óptimo para la ciudad y también para su entorno".
¿Os parece acertada la analogía? ¿Qué opinais?
Ecología. Guía de bolsillo. Ernest Callenbach. Siglo XXi de España Editores SA. 1999.
Fotografía: Transit Tree Image: Brandon Martin-Anderson
o: Polímeros: entre la degración del medio y el progreso sostenible o The Livable Streets Initiative o Catálogo de especies ruderales