El polvo se ve. Lámpara no apta para alérgicos

 
 
Plumero, paño de cocina o trapo de algodón. Da lo mismo. Quitar el polvo es algo desagradable y una de las grandes pesadillas de cualquier soltero. Desespera estar limpiando el polvo y verlo flotar, danzar en el ambiente cuando un rayo de sol entra por la ventana. Pero para el diseñador Yasuhito Hirose el limpiar se va a acabar. Con su lámpara Dust Shade se da por vencido y deja de luchar contra esas dichosas motas para aliarse con ellas. La mampara metálica está cargada con electricidad estática y capta las partículas de polvo que pululan en el aire. De esta manera, en un tiempo que variará en función de tus hábitos de limpieza, la lámpara irá creciendo. Puede recordarte a aquellas botellas centenarias que acumulan mezcla de grasa, polvo e historia en los antros nocturnos del casco viejo de cualquier ciudad. Puede. Aunque el bueno de Yasuhito justifica su pieza como un experimento para jugar con materia que normalmente intentamos esconder. En este caso, el polvo siempre quiere ser visto, se las da de interesante. Entonces, ¿por qué no darle un escenario en el que se sienta realizado y, de pasada, nos aporte calidez lumínica? Más allá de lo festivo del asunto, la tentativa de crear objetos vivos, cambiantes, que compartan tu historia, a partir de estructuras lo más sencillas posibles me parece un ejemplo a seguir. Eso sí, este objeto no es apto para alérgicos.

¿Una bici de bambú? ¡Una bici de bambú!

“¡Vaya!, otro bonito artilugio hecho con bambú que hará las delicias de los que buscan productos con pátina eco”- fue la primera impresión que tuve al ver esta bici. Pero mi opinión fue moldeándose a medida que iba conociendo la historia que hay detrás de este cuadro de bicicleta. Craig Calfee es un tipo californiano que lleva vendiendo bicicletas de alta gama desde hace años. Un día probó a experimentar con caña de bambú porque intuía que un cuadro de bambú podía funcionar  igual o mejor que los que hacía en fibra de carbono. Y, efectivamente, la bicicleta es resistente, ligera, evita vibraciones y, de hecho, ha sido reconocida como una de las mejores bicicletas en los premios de Bicicletas Hechas a Mano de Norte América.

De momento, la bici se vende en EEUU y pronto llegará a Europa. Aunque antes ha pasado por África. En el 2006, Craig se acordó de sus viajes por el continente africano en los ’80 y pensó que una bici de bambú no sería difícil de hacer allí -pues hay mucha materia prima- sería de gran utilidad –ya que es un sistema de locomoción común- y podría ayudar al desarrollo comunitario. Contactó con la ONG Earth Institute of Columbia University y pusieron rumbo a Ghana, donde empezaron el programa Village Bicycle Project. A través de este programa, Craig está enseñando a personas con escasas garantías de futuro laboral a crear bicis de bambú para que puedan emprender sus propios negocios. Sobretodo, se han enfocado en bicicletas de carga y multipersona, que son las que más éxito pueden tener en aquellas poblaciones. Más allá de lo sugerente que pueda resultarnos una bici hecha con bambú, el proyecto que hay detrás es coherente, y empieza a rodar hacia otros países de África y Asia.

Chozas 2.0

Posiblemente nadie, a excepción de Tim Burton, le habrá pedido a Patrick Dougherty la realización de una cabaña para vivir en ella. Posiblemente. Pero Patrick vive, de hecho, en una de las chozas construidas por él mismo en Chapel Hill  (Carolina del Norte). Evidentemente, no tiene las formas fantasiosas que adquieren sus increíbles estructuras hechas con ramas, pero sí que destila el mismo aroma: un gran conocimiento de carpintería y su amor por la naturaleza. En los años '80, el estadounidense comenzó a investigar las antiguas técnicas de construcción de viviendas y empezó a experimentar con lo que Madre Tierra le ofrecía en formato leña. Las figuras que consigue son extraordinarias, tanto por sus fantasmagóricas siluetas, como por su elaboración, ya que muchas veces combina ramas muertas con árboles vivos. Son cabañas que se mueven y te miran. Que si te despistas, te persiguen. Pero chozas, al fin y al cabo.

o: Ramas que cuelgan de la pared o Andy Goldsworthy o Nacho Carbonell

Revista leída ¿Y ahora qué?

 
¿Quién dijo que una revista pierde su razón de ser una vez leída? El colectivo Nifava de grafistas gerundenses sin secretarias ni oficinas –como ellos mismos afirman-, diseñaron en 2009 la revista 3x1, un boletín para el IES Pere Alsius en el que en cada número se propone una nueva idea para que a los alumnos les dé por reutilizar el soporte impreso. Eso sí, con frescura, teenager style.