Para aquellos con alguna relación con el mundo del diseño, Ross Lovegrove es un viejo conocido. Para quienes aún no saben quién es, su obra supone un gran descubrimiento. Lo que pocos saben es que Lovegrove siempre estuvo interesado en la ciencia y en la investigación. Durante su juventud estaba muy interesado, por ejemplo, en la idea de transición o de estado de cambio. Incluso durante tres meses, durante su año preparatorio preuniversitario, documentó científicamente la descomposición de un tomate. Quizás ese afán investigador es el que hace que resuelva sus proyectos de manera muy similar a como lo hace la naturaleza. Ese enfoque científico y experimental a la hora de generar ideas es ciertamente pertinente en el mundo del diseño y la arquitectura. Él habla de esencialismo orgánico. A través de la evolución, los organismos llegan a una economía en la forma que se corresponde con lo que se necesita, y nada más. Dice que si dedica tiempo a estudiar la tierra, la naturaleza y la evolución, y lo aplica a sus diseños saldrá algo orgánico, biológico, donde la forma crece allí donde se necesita.
Eso es lo que hace la naturaleza, y así es como él diseña.
Y para muestra, las elegantes escaleras en forma de espiral de DNA que unen las dos plantas de su lugar de trabajo.
+: Ross Lovegrove
o: Reflexiones sobre Biomímesis o Silla Floris o Lo Estético es Sostenible
Esencialismo orgánico
Publicado el
15.8.09
por
Jon Marín
-
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biomimética/biónica
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