En 1963, poca gente pensaba en darle una oportunidad extra a los objetos después de su supuesta vida útil. Uno de estos visionarios fue Alfred Heineken, quien en un viaje al Caribe se dio cuenta de dos problemas: que a las playas arribaban muchas botellas naúfragas y que en la isla escaseaban los materiales de construcción. Así nació WOBO (world bottle), una idea que aunaba una solución para ambos problemas. Las botellas Wobo eran rectangulares y podían encajarse la una en la otra, de manera que pudiera construirse una pared estable. Se fabricaron 100.000 botellas y existen algunos muros hechos a partir de ellas (en Amsterdam y en Noordwijk, Holanda), pero la idea no fraguó. La practicidad del invento es, por supuesto, discutible; pero lo que realmente tiene mérito es que hace más de 45 años hubieran personas innovadoras que pensaran en sistemas de diseño complejos, teniendo en cuenta que el desecho de un producto puede ser la materia prima de otro.
The idea of turning waste into useful products is not new. For example, in 1963 Alfred Heineken had a visionary idea after visiting the
These bottles were meant to lay horizontally, interlock and layout in the same manner as ‘brick and mortar’ construction. One production run in 1963 yielded 100,000 bottles. Despite the success of the first production, the Heineken brewery didn’t support the idea. Nowadays, only two constructions are settled down(they are in the
o: Reutilización de Botellas en Finlandia o Stem o Lot-ek
2 comenta :
Muy interesante, como siempre.
CONTAGIEMOS Y NO SEREMOS POCOS
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