Tricomas cordobeses

 
Revisando la obra de los arquitectos ParedesPino en Córdoba, realizada en 2010 y que lleva el nombre de Centro Abierto de Actividades Ciudadanas (CAAC), me da la sensación de haber visto la misma estructura –con la misma forma y la misma función- en la naturaleza.

El proyecto de los arquitectos Fernando Pino y Manuel García de Paredes, que data de 2004, se basa en la superposición de vivencias acumuladas durante la larga historia de la ciudad, que conforman un todo unitario en el que es posible ver de un modo simultáneo diferentes periodos. La plaza reformada se plantea como un lugar de intercambio y de encuentro, que permita una gran multiplicidad de usos, teniendo en cuenta lo variado y temporal de los mismos. Una de las condiciones importantes a cumplir es la de ofrecer un espacio que protegiera de las inclemencias del clima, mediterráneo de interior, donde los veranos son muy calurosos y el sol pega fuerte.

Se plantea por tanto una solución a base de elementos circulares prefabricados que varían en altura y diámetro y ordenados de un modo flexible. De este modo, queda preservada otra condición programática, que es la de evitar el cierre de lo construido y permitir una permeabilidad máxima a cota de peatón.  Además de proporcionar sombra o proteger de la lluvia, los elementos prefabricados se han diseñado como un sistema completo capaz de resolver otra serie de funciones a modo de mobiliario urbano, pudiendo convertirse en escenarios al aire libre, areneros para niños, láminas de agua, construcciones con cerramiento como la cafetería y como cubriciones para el mercado temporal. La posición como protectores aéreos resuelve igualmente la iluminación artificial en el mismo elemento y permiten la evacuación del agua en su interior posibilitando su canalización hasta las zonas verdes para aprovechar al máximo energéticamente sus condiciones geométricas.
Los tricomas , unas excrecencias de origen epidérmico que se dan en los tejidos vegetales, pueden tener diferentes funciones, la mayoría de ellas relacionadas con la protección de las plantas. El reverso de las hojas de olivo está cubierto por una pelusilla blanca que, si hiciéramos un gran zoom, veríamos que se trata de un conjunto de tricomas con la forma que se ve en la fotografía hecha con un microscopio electrónico de barrido. Estas estructuras, cilíndricas y superpuestas unas sobre otras, protegen de la luz y mantienen un microclima adecuado, conservando así la humedad en la superficie de la epidermis, difícil de retener en climas áridos como puede ser el mediterráneo y vital para la supervivencia de la planta.

Curiosamente, arquitectura y naturaleza han coincidido en la solución adoptada para hacer frente al mismo problema. En términos biológicos, podríamos estar hablando de una convergencia, ya que dos entidades diferentes, bajo presiones ambientales equivalentes, han desarrollado características semejantes que permiten la adaptación al entorno.

o:  Mancha natural o Edificios singulares o Construcciones animales y su función comunicativa