A través del formidable blog de Diego Soroa y la inestimable aportación del amigo Mario Pedret me entero de los estudios con hongos que un equipo de científicos japoneses y británicos está haciendo sobre conexiones en red.
Al parecer, el hongo Physarum polycephalum crece y se conecta mediante un sistema casi idéntico a la red ferroviaria de Tokio, según un artículo publicado en la revista Science. El organismo puede conectar diferentes conjuntos de fuentes de alimentación de forma eficiente con una longitud total reducida, pero con una distancia promedio mínima entre parejas de fuentes de alimentación, y con un elevado grado de tolerancia a desconexiones accidentales.
El equipo investigador realizó un curioso experimento para llegar a esta conclusión. Se colocaron 36 copos de avena sobre una superficie húmeda, cada cual representando una de las ciudades que rodean a Tokio, y dejaron que el moho creciera desde el centro hacia fuera. Los científicos observaron que el moho se autoorganiza, extiende y forma una red comparable en eficiencia, fiabilidad y coste con la estructura real de la red de trenes de la capital japonesa.
Posteriormente, crearon un programa informático que reproduce el comportamiento del moho en su búsqueda del camino más corto y eficiente en diferentes situaciones. Esta herramienta podría ayudar a mejorar diversos sistemas tecnológicos, como las redes de comunicación de ordenadores o de móviles, o las mismas redes físicas, como los sistemas de infraestructuras de transporte.
Conectados como en la naturaleza.
+: Science
o: The Organic Factory o El tren bala o Ciudades como sistemas vivos
Redes de hongos
Publicado el
1.2.10
por
Jon Marín
-
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biomimética/biónica
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