En 1982 el botánico Wilhelm Barthlott, de la Universidad de Bonn (Alemania), descubrió que la hoja del loto era una superficie hidrófoba y autolimpiable. El secreto está en unas nanoestructuras cerosas que repelen el agua y, así también, la suciedad. Barthlott patentó su descubrimiento y se le ha encontrado una aplicación comercial en productos como la pintura Lotusan (en la foto, sobre piedra), que actúan de la misma manera que la hoja de loto, evitando que las superificies se ensucien.
In 1982 botanist Wilhelm Barthlott of the University of Born in Germany discovered in the lotus leaf a naturally self-cleaning, water-repellent surface. The secret lies in waxy microstructures and nanostructures that, by their contact angle with water, cause it to bead and roll away like mercury, gathering dirt as it goes. Barthlott patented his discovery, calling it the Lotus Effect. It has found commercial application in products like the biomimetic paint Lotusan (on blocks above). Infused with microbumps, the paint is reputed to repel and resist stains for decades.
+: Lotusan
o: Biomimética o Los Zarcillos de Sternform o Silla Floris
Fotos de Robert Clark
1 comenta :
Interesante e inspirador, como de costumbre
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