3 tostadoras

Atención, pregunta: si tu vieja plancha o el secador ya no funcionan, ¿qué haces con ellos? Lo lógico es olvidarte de intentar reparar esos pequeños electrodomésticos, puesto que te puede costar más de lo que vale uno nuevo. Además, resulta prácticamente imposible separar sus piezas para un correcto reciclaje. Lo cierto es que su medida perfecta es ideal para tirarlos directamente al contenedor genérico, y así es donde acaban la mayoría. Recursos valiosos y finitos destinados a acabar en vertederos.

The Agency of Design, o lo que es lo mismo, Rich Gilbert, Adam Paterson y Matthew Laws, salidos de la Royal College of Art en 2009 y con las ideas claras en cuanto al diseño sostenible (para ellos no es una moda, sino una revolución), se estrenaron con un proyecto ambicioso que pretendía resolver el problema de esos pequeños electrodomésticos: Design Out Waste.

Y no encontraron una solución (nunca hay una única solución), sino tres estrategias tres para aprovechar al máximo los recursos de una única tostadora: la realista, la pragmática y la optimista.

En la realista rediseñan una versión que se aprovecha de los sistemas de reciclaje existentes (en el Reino Unido, of course)  para recoger estos aparatos al final de su vida útil y desensamblarlos de manera fácil y rápida debido a un sistema de fijación al vacío –patentado-  de sus piezas.


La versión pragmática es una tostadora modular para que cuando uno de los módulos no funcione, puedas retornarlo y el servicio técnico pueda repararlo, dándole hasta 9 vidas a esos materiales.

 La optimista es una tostadora que nunca pasa de moda. Es el objeto que heredarán tus hijos, te marca el número de tostadas hechas desde el primer momento y, a nivel estético, es una delicia.
Sin duda, cada idea por sí sola ya mejora lo que había, pero unidas hacen la tostadora perfecta, sobretodo, porque pasan de ver un objeto cotidiano a tener en cuenta todo un sistema.

o: Tune'n Radio o Superar la adicción a los objetos o La curva natural

4 comenta :

belen torregrosa dijo...

Qué buen post. Lo guardo. Y me quedo con la optimista... ;)

Roberto dijo...

El post es muy bueno y la idea también, pero... ¿aceptarán las empresas este tipo de diseño para sus artículos de venta masiva?

Adrià Batet dijo...

Muy buen artículo!
La optimista, contra la obsolescencia tecnológica; la pragmática, para reducir el impacto desde el principio; la realista(como bien dice el nombre, lo que tenemos mas cerca ahora mismo), poder incidir al inicio pero pensando en la gestión residual, como es el reciclaje.
Seria muy bueno poder vivir en un mundo donde la parte optimista estuviera arriba del todo, aunque difícilmente con el hábito consumista sería sostenible para la economía y la sociedad. Mirar de más por el ecología es el camino a recorrer... un largo camino de concienciación y trabajo... Enhorabuena por el blog, lo sigo a menudo y cada día me sorprende más!

Jorge Ramiro dijo...

Y, hay que ser optimista. Qué sé yo, yo me compré una de esas camaras samsung y tengo que decir igual que me hace feliz la tecnología en cierto punto.