Repasando la historia de Barcelona, se encuentran múltiples referencias a las graves inundaciones que han ido afectando periódicamente a la ciudad, así como a las diferentes soluciones que se han ido adoptando para paliar estos problemas. Desde los romanos, el sistema de alcantarillado ha ido evolucionando en función del crecimiento y las necesidades de la ciudad. Durante muchas décadas se han ido sucediendo diversos planes de saneamiento de carácter estrictamente higienista hasta llegar a 1997, cuando se elabora el primer Plan Especial de Alcantarillado de Barcelona (PECLAB), que se marca los ambiciosos objetivos de solucionar definitivamente la problemática de las inundaciones, dotando a Barcelona de un sistema de alcantarillado moderno que responda a los grandes cambios urbanísticos y reduciendo el impacto ambiental sobre los medios receptores (el mar Mediterráneo y los ríos Besós y Llobregat)en episodios de lluvia, contribuyendo a la preservación de los ecosistemas acuáticos y marinos y a la limpieza de las playas.
El PECLAB, que se actualizó en 2003, pivota sobre 10 enormes depósitos que se esconden bajo las calles de la ciudad, capaces de retener más de 50.000 m3 de agua, lo que permite una laminación del caudal que ayuda a que la red aguas abajo pueda funcionar de manera más descargada en episodios de lluvias torrenciales, fenómeno común en la zona. Además, esta agua de lluvia acostumbra a arrastrar partículas contaminantes acumuladas en las calles de la ciudad, con lo que su retención evita su vertido en playas, ríos y puerto y permite canalizarla poco a poco a la depuradora, donde puede ser tratada.
Estas grandes obras de ingeniería disponen de las más avanzadas tecnologías que permiten una gestión centralizada de la limpieza, la obertura y clausura de compuertas y la telesupervisión de su estado de funcionamiento. Clabsa (Clavegueram de Barcelona, SA), la empresa municipal responsable de este sistema, basa su gestión en el programa denominado GADU (Gestión Avanzada del Drenaje Urbano), que constituye en sí mismo su filosofía de trabajo, fundamentada en el conocimiento preciso del sistema a través de diferentes sistemas tecnológicos de control, la planificación adecuada y actualizada permanentemente, la explotación activa y controlada que permite flexibilidad en sus acciones y la coordinación e integración como fundamento imprescindible de gestión de un subsistema íntimamente relacionada con el resto del ciclo hídrico, el medio ambiente y el urbanismo.
o: Atrapanieblas o Transparent bath o Fiestas de Gràcia 2008
Depósitos de agua bajo suelo
Publicado el
31.3.10
por
Jon Marín
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urbanismo
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