
A veces, la creatividad supera la adversidad. Y para muestra un tocón.
Paseando por el parque del Palacio de la Magdalena, en Santander, existen pequeñas figuras de madera -setas, pingüinos o asientos- entre los castigados pinos por los temporales. Algunos de ellos no soportan el embate de los vientos y caen o tienen que ser talados por seguridad. Rogelio Verdeja es uno de los jardineros que se hacen cargo de las 24 hectáreas en las que, antiguamente,...